Milan 3-3 Liverpool: una remontada de corazón

La edición número 50 de la Champions League será recordada por una de las finales más épica sde la gran competición europea. Liverpool y Milan, dos de los equipos más laureados del continente, se enfrentaban en el Ataturk de Estambul. Las eliminatorias previas también fueron vibrantes. El Liverpool ya sufrió para pasar la fase de grupos, además de vivir una semifinal muy emocionante contra el Chelsea, la cual se resolvió con un gol del español Luís García. En cuanto a la trayectoria del Milan en la Champions 2004/2005, esta es recordada por su derbi en cuartos contra el Inter de Milán. En el partido de vuelta, una bengala alcanzó a Dida y el partido se suspendió, otorgándose la victoria final al Milan. Pero lo que verdaderamente nos importa es el transcurso de esta final épica, la cual se decidió en la tanda de penaltis.

Fue en esta edición cuando se marcó el gol más rápido en una final de Champions -segundo 50-, obra de Maldini, estableciendo también el récord de ser el jugador más veterano en anotar en una final de la máxima competición europea. El Milan fue el auténtico dominador del partido, con  Pirlo y Kaka' en el centro del campo, y con la pólvora arriba de Shevchenko, recién nombrado Balón de Oro, y el trotamundos Hernán Crespo. Precisamente, el delantero argentino anotaría el segundo gol en el minuto 39, tras una buena jugada entre Kaka' y 'Sheva'. Poco antes de este gol, Kewell tuvo que ser sustituido, entrando en su lugar Smicer. Todo parecían contratiempos para el conjunto entrenador por Rafa Benítez, y más aún cuando llegó el tercero de los 'rossoneri'. Crespo anotaría su segundo gol de la noche con una gran definición, y el Milan se iba al descanso con un 3-0 en el marcador que parecía dejar sentenciada la final de la Champions League.

Pero nada más lejos de la realidad. Algo les diría Rafa Benítez para que el conjunto inglés saliera esperanzado en la segunda mitad. Esta salida en tromba tuvo su premio en el minuto 54, cuando Gerrard anotó el primer gol para el Liverpool con un certero cabezazo. En la celebración el capitán mostró mucha rabia y esperanza, lo que de verdad necesitaría el 'Pool. Esta celebración contagió a todo el equipo, y tan solo dos minutos después, un actor secundario como era Smicer marcó el 3-2 con un buen disparo lejano. Al Liverpool le quedaba aún más de media hora por delante. Pero tan solo necesitó seis minutos para empatar el encuentro. Sería obra de un español, ya que Xabi Alonso fue el encargado de ejecutar un penalti pitado por Mejuto González. No obstante, el vasco erró la pena máxima, aunque en el rechace no perdonó.

El Milan había tirado por la borda en quince minutos todo lo conseguido en la primera mitad,. Pero el equipo de Ancelotti no estaba dispuesto a tirar la toalla, por lo que se volcaron sobre la portería de Jerzy Dudek. Pero el polaco empezó a convertirse en el héroe de la noche, al desbaratar todas las ocasiones del conjunto milanés, sobre todo de Shevchenko. Con el 3-3 llegaríamos a la prórroga, donde ningún equipo consiguió marcar el definitivo gol de la victoria.

Este partido vibrante iba a tener una siempre fatídica tanda de penaltis. Dudek sorprendió con un bailecito al más puro estilo Grobbelaar. Lo más importante fue que sorprendió a quien tenía que sorprender. Serginho mandó a las nubes el primer penalti del Milan. Hamman, que había entrado por Finnan al filo del descanso, puso por delante al Liverpool. Esta ventaja se hizo mayor aún cuando Dudek paró el penalti a Pirlo. Cissé no falló. Tras dos lanzamientos para cada equipo, el Liverpool ganaba por 2-0. Pero la final no se acabaría aquí, ya que, tras recortar distancia Tomasson para el Milan, Dida le paró el tercer lanzamiento al Liverpool, ejecutado por Riise. Kaka' empataría a 2 goles, aunque el Liverpool había lanzado un penalti menos. Ese lanzamiento lo transformó Smicer, uno de los héroes de la noche. Aunque en esa final ya estaba escrito quién iba a ser el héroe, y quién el villano. Shevchenko no había anotado ningún gol en la final pese a que gozó de oportunidades, y ahora se disponía a ejecutar el cuarto penalti del Milan. En la portería, un Dudek que había parado hasta con la cara las ocasiones del ucraniano. Si conseguía hacer lo propio con esta pena máxima, el Liverpool se alzaría con una Champions que pasaría a la historia. Y así fue, el portero polaco consiguió despejar el tiro de Shevchenko, y daba así la quinta Champions League -y de momento la última- para los 'reds'. Además, al conseguir esta victoria, el 'Spanish Liverpool' -Luís García, Xabi, Josemi, Núñez y Morientes eran miembros de la plantilla- podría disputar la Champions el año que viene, pese a ser quintos en la Premier, ya que ese año se puso en vigor la norma de quién ganaba la Champions tenía derecho a disputarla el año que viene.

Dicen que la venganza se sirve fría, y el Milan consiguió ganarle al Liverpool dos años después una final de Champions. Pero el equipo inglés debe de estar orgulloso por esa noche mágica en la que nos hizo vibrar a todos. Como se dice comúnmente, y nunca mejor dicho por el meneíto de Dudek, que le quiten lo 'bailao'.

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Sergio Vázquez Jodar

@Sergiovazquez14

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