Cristiano Ronaldo es uno de los mejores jugadores del mundo, eso no lo duda nadie. Ha marcado una época en el Manchester y seguro que lo hará en el Madrid, pero… ¿Mejor con él en el equipo o sin él? Vamos a analizarlo.
La naturaleza le ha dado unas cualidades y aptitudes físicas envidiables y espectaculares. Tiene un físico muy portentoso y destaca por encima de muchos. Es imparable. Es uno de esos jugadores que cuando coge la pelota crea miedo, la afición contraria escoge el silencio, infunde respeto en el campo, atacando y en los contrarios. Su ambición no tiene límites y lucha siempre por superar las barreras y estadísticas ya establecidas. Pelea por conseguir el máximo de títulos colectivos y sobre todo por los individuales. Quiere marcar más goles que nadie, correr más que nadie y ser el mejor en la actualidad y en la historia. Tiene un afán de superación increíble y una cultura de trabajo y constancia muy destacable. Trabaja, trabaja y trabaja más aún cada día para conseguir sus objetivos y sus pretensiones. Las palabras con las que definiría a este jugador son potencia y que es sin duda alguna, una bestia.
Nunca he visto un jugador con tanta potencia. Tiene velocidad, fuerza, desborde, magia, calidad, chute con ambas piernas, va bien de cabeza, es líder, tiene ambición y es incansable. Este año ya lleva la friolera de 50 goles oficiales anotados y va camino de superarlos. Lleva 7 goles en los dos últimos partidos, una cifra increíble. Lo quiere jugar siempre todo, no perderse ni un sólo partido y superar a los que le hacen sombra. No tiene compasión con los contrarios, le da igual si los humilla, da igual que su equipo vaya ganando 5-0 y haya metido 4 goles, él va a seguir luchando y corriendo a por más, más y más hasta que el árbitro pite el final.
Es uno de esos jugadores que te deciden un partido, que de una acción individual suya puede darte la victoria, de que si no fuera por su ambición y cifras, su equipo no estaría dónde está. Tiene tantas virtudes, repertorio y variantes que te puede crear una ocasión o anotar un gol en cualquier momento y de cualquier manera; de falta, de cabeza, con ambas piernas… de cualquier manera.
Todas estas son sus virtudes, pero nadie es perfecto y tiene algunos defectos, en mi opinión siempre debería de ser titular indiscutible en los mejores clubs del mundo pero muchas cosas le pierden, le perjudican a él y a su equipo.
Tiene tanta ambición y afán de superación que a veces peca de egoísmo e individualidades, quiere ser tan bueno y marcar tantos goles que no juega para el equipo sino sólo para él, para anotar y para querer demostrar que es el mejor, incluso hasta llegar al punto de obsesionarse. Numerosas son las ocasiones en que se enfada y se molesta cuando falla. También se molesta y enfada con sus compañeros en según qué fases del partido y según que ocasiones. En muchas otras ocasiones parece que no se alegra cuando sus compañeros marcan, en cambio si marca él se vuelve loco. Siempre que puede dispara, desde dónde sea, sin levantar la cabeza ni mirar a su alrededor por si tiene opción de pase. Las cifras indican que da muy pocas asistencias de gol, muchas menos de las que podría haber dado, su equipo a veces podría haber marcado o creado una ocasión clara si él hubiera dado ese pase o esa asistencia final. Y ya no hablemos a la hora de defender, su presión es a veces escasa y no es un jugador al que le guste defender. En mi opinión, los delanteros deberían de ser los primeros en la presión, los primeros de todas las líneas del equipo que deben de defender y él no destaca mucho por hacerlo.
Otra de las cosas que le pueden perjudicar a él y a su entorno es su carácter, no sé cómo debería de describirlo sin ofender a nadie pero creo que tiene en muchas ocasiones una actitud ‘chulesca’ por decirlo de alguna manera. Esta actitud es perjudicial para su imagen y para la de su club. Su ego es tremendamente fuerte y con este ego se crea muchos enemigos allá dónde va, suele no caer muy bien. La forma en la que se regodea cuando marca y cuando celebra un gol es a veces exagerada. Sobre todo tiene esta actitud en campos contrarios, parece que el ambiente que lo rodea, cuando más hostil es, más cómodo se siente. Cuando más le chillan, le abuchean o le insultan mas se encara, mas se regodea y esto está creando una animadversión hacia él en los campos de futbol bastante preocupante. Incluso cuando no le vemos en el equipo parece que hay mejor ambiente, mas generosidad y en ocasiones mejor juego.
Si consiguiera sobretodo controlar a veces su carácter, ser menos egoísta en el terreno de juego y jugar más para el equipo estaríamos hablando del mejor jugador del mundo. Si fuera capaz de controlar un poco esta manera de ser y estas actitudes sería el jugador perfecto. Con las aptitudes que tiene y el físico que tiene podría ser un jugador 10, pero las actitudes y obsesiones muchas veces, le pierden, a su entorno y sobre todo a él.
Carlos Camacho Rabanete
El Iniestazo en Twitter
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