Hoy se cumplen diez años de uno de los partidos más vibrantes de la historia del fútbol. Fue la final de la Copa de la Uefa que enfrentó al Liverpool frente al Deportivo Alavés. Lo que todos pensaban que sería un partido fácil para el Liverpool, un ‘David contra Goliat’ como dijo Javi Moreno, delantero del Alavés por aquel entonces, acabó siendo un partido disputadísimo que se decidió por una pizca de suerte. El conjunto español, en su primera aparición en competiciones europeas, llegó a esta final a base de trabajo y mucho esfuerzo.
Entrenados por José Manuel Esnal ‘Mané’, venían de hacer una gran campaña 1999-00, acabando en sexto lugar a un solo punto del Real Madrid, a dos de la cuarta plaza del Zaragoza y a tres de la tercera y segunda que ocuparon Valencia y Barcelona. El equipo no destacaba por que tuviera una estrella desequilibrante sino por el bloque de jugadores que tenía. Como consecuencia de esa gran temporada, el portero del Alavés ganó el trofeo Zamora y debido a su sexta plaza, pudieron participar la temporada siguiente en la Copa de la UEFA. El torneo para el Alavés se desarrolló sin grandes dificultades, ya que en sus rondas eliminatorias obtuvo en todas dos goles de diferencia. En octavos eliminó al Inter de Milán, en cuartos al Rayo Vallecano, en semifinales al Kaiserlsautern y el 16 de mayo de 2001 se vio las caras con el Liverpool.
La final fue intensa, ambos equipos sacaron su once de gala. En la alineación del Liverpool encontramos a Hyppia y Carragher en la defensa, a Gary McAllister –nombrado mejor jugador de la final– y a un jovencísimo Steven Gerrard de solo 21 años en el centro del campo y a una pareja letal en la delantera con Heskey y Michael Owen, que ganaría el Balón de Oro por su magnífica temporada. Por otra parte, los jugadores clave de aquel Alavés eran Cosmin Contra y el capitán Antonio Karmona en defensa, Jordi Cruyff y Hermes Desio en el centro del campo y Javi Moreno era la principal referencia ofensiva. Se llegó al descanso con un 3 a 1 a favor de los ingleses, pero en el minuto 51 Javi Moreno ya había puesto las tablas en el marcador con dos goles. En el 72 se volvieron a adelantar los de Liverpool con un tanto de Robbie Fowler, que había entrado en sustitución de Heskey, y en el 89 Jordi Cruyff llevaba el partido a la prórroga tras rematar de cabeza un córner. En la prórroga, cuando todos pensaban que iríamos a la tanda de penaltis, la suerte se cebó con el equipo español y un autogol del jugador del Alavés Delfí Geli daba su tercer título al Liverpool.
Fue un partido épico, pero más allá de la victoria o de la derrota hubo un equipo que unió a todos los españoles. Todos queríamos que aquel equipo revelación se llevara ese título, ya que el mérito de disputarle la UEFA a un equipo histórico como es el Liverpool era enorme. Varios equipos españoles han sido los que nos han unido, a parte del Alavés, quién no recuerda las lágrimas de Cañizares en la final de la Copa de Europa frente al Bayern, o los triunfos del Deportivo de la Coruña por el continente, o aquel Getafe que puso en jaque al Bayern de Ribéry y Luca Toni. En todos estos casos, deportivamente quedó un sabor agridulce pero la unión que hubo alrededor de esos equipos aporta mucho más que cualquier victoria.
A día de hoy, la situación del club ha cambiado mucho y los problemas económicos hacen que se rumoree con la posible desaparición. Lo que sí que es cierto es que nadie olvidará aquel equipo que estuvo tan cerca de darnos una gran alegría a todos los amantes del fútbol.
Miguel Ángel García
El Iniestazo en Twitter


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