sábado, 21 de mayo de 2011

'Il Divino'

Roberto Baggio es para los Italianos uno de sus jugadores más célebres en toda su historia futbolística. Apodado cómo ‘Il Divino’ se convirtió en uno de los emblemas más importantes de la selección azzurra. Fue más conocido por sus actuaciones en los Mundiales con la selección y por los premios individuales que por sus éxitos a nivel de clubes con los que recorrió media Italia yendo de equipo en equipo a lo largo de su carrera. Jugó en los mejores clubes de Italia, aunque fueran rivales directos pasando por ellos con más pena que gloria.

Será recordado siempre por su perilla, por su pelo grisáceo y largo, recogido en una coleta y por su corta estatura y físico bastante mediocre. Y sobre todo, será inolvidable para los Españoles por ese gol que anotó y que nos eliminó del Mundial del 94 de Estados Unidos en cuartos de final, en ese polémico e histórico partido del  famoso codazo de Tassotti a Luis Enrique que no vio el árbitro. En aquel mundial, Italia consiguió ser finalista, perdiendo la final contra Brasil.

Su posición natural era la de segundo punta, con mucha libertad de movimientos, dando siempre muchas asistencias y también logrando unas excelentes  medias de goles (314 goles oficiales y 27 con la selección). Su fútbol fue muy vistoso, elegante y sobre todo técnico en un país donde el estilo nacional de su fútbol no coincidía con el suyo. En sus botas tenía un fútbol muy alegre en contra del estricto estilo que caracterizaba al fútbol Italiano.


Nació en Caldogno, Vicenza, en 1967 dónde inició su carrera futbolística en las categorías inferiores del Vicenza. Recorrió medio calcio enfundándose la camiseta de los más notables clubes de Italia. Su carrera futbolística profesional empezó  en el modesto Vicenza y debutó  con este equipo en el año 1982 dónde jugó durante 3 años en la Serie B italiana hasta dar el salto a la máxima categoría de la mano de la Fiorentina, el club viola. En este equipo se consolidó como uno de los mejores jugadores nacionales y sobretodo uno de los mejores jugadores de la historia del club, su juventud le costó hacerse un hueco fijo en el primer equipo hasta la temporada 1987/88 dónde ya tuvo continuidad y disputó la mayoría de partidos.

En el año 1990 ficho por el club más exitoso de Italia, la Juventus, por el precio de 10 millones de Euros, por aquel entonces fue uno de los fichajes más caros de la historia. Su traspaso dio mucho que hablar y fue muy discutido. Incluso se produjeron disturbios en Florencia a causa del traspaso de su estrella a la Juve. En este club alcanzó la madurez y la plenitud futbolística y fueron sin duda los mejores años de su carrera profesional. Consiguió un Scudetto, una UEFA y una copa de Italia. Individualmente consiguió el FIFA World player y el Balón de Oro en el 1993 y al año siguiente apareció en el Mundial del 94 cómo santo y seña de la selección azzurra, siendo uno de los jugadores más importantes del Mundial.

A partir de aquí su carrera fue muy inestable y no gozó de regularidad en ninguno de los clubes dónde estuvo. Salió de la Juve en el 95 y fichó por el Milan, en el club rossoneri consiguió un Scudetto y este fue su último título. Dos años después se fue al Bolonia dónde sólo jugó una temporada y al año siguiente fichó por el Inter, en el Inter perdió la titularidad y fue casi apartado del equipo por Lippi a causa de la mala relación que tenían entre ellos. Según él, fichar por el Inter fue una de las peores decisiones que tomó en su carrera. En el año 2000 firmó con el Brescia, equipo en el que coincidió con Guardiola y equipo en el que se retiró. Lo más destacado de esta etapa fue únicamente la gravé lesión de la temporada 2001/2002 y que mantuvo un gran nivel futbolístico aumentando su cuenta goleadora en la Serie A hasta su retirada en el 2004. Su dorsal, el 10, fue retirado en su honor por el Brescia.

Como ya he dicho antes, fue más conocido por sus actuaciones en la selección que por sus pasos por los clubes Italianos, a excepto de la  Fiorentina y la Juventus dónde jugó sus mejores años. Disputó 3 mundiales  y tuvo un rol muy importante en dos de ellos, en el de 1994 llegó a la final pero erró el lanzamiento de penalti definitivo y el de 1998 en que Italia fue eliminada por la campeona Francia en cuartos de final.


Lo triste de su carrera fueron los pocos éxitos que consiguió a nivel de clubes –sólo 4 títulos- y también, que con Italia tampoco ganó nada. A nivel individual obtuvo lo máximo, el fútbol  no fue justo con su arte y calidad y desgraciadamente no le dio ni más títulos, ni más estabilidad en grandes clubes ni la retirada en lo más alto.

Carlos Camacho Rabanete



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