martes, 7 de junio de 2011

Carlos José Castilho, un ejemplo de superación y profesionalidad

Ayer lunes, Rubén Uría se sometía al cuestionario de El Iniestazo en la entrevista que nos concedió. A la pregunta de ‘4 jugadores por posición’, contestó que para él su portero sería Carlos José Castilho. Al esperar quizás el nombre de Buffon, Zoff, Schmeichel o cualquier otro, nos sorprendía con esa elección, la cual justificaba diciendo que se suicidó por amor y que era daltónico. Al no ser muy conocido, hemos querido saber más de él y contar su historia.

Carlos José Castilho fue un portero brasileño de la década de los 50 y principios de los 60. Jugó para el equipo de su vida, el Fluminense, en el que fue titular indiscutible y cosechó grandes éxitos. Durante su carrera jugó un total de 696 partidos, quedando imbatido en 255 de ellos, récord en la historia del ‘Flu’. El mito surge a través de dos hechos. Dicho portero brasileño sufría de daltonismo, y esto hacía que los balones de color ocre los viera rojos. En los partidos con apenas luz, parecía que esto supusiera un grave problema, pero sus grandes reflejos hicieron que se convirtiera en un portero de renombre. Le apodaron ‘Leiteria’ (que significa persona con mucha suerte en castellano) y su enfermedad no evitó que fuera el titular indiscutible del equipo brasileño. El segundo hecho sucede cuando en una temporada, a falta de 7 jornadas para su conclusión, sufría la quinta lesión consecutiva en el meñique izquierdo. Sin poder soportar el dolor y viendo que si seguía así podría perder el puesto en el once y quién sabe si lo podría recuperar, decidió acudir al médico. El doctor le dijo que tendría que estar fuera de los terrenos de juego dos meses, y sabiendo que quedaba uno y medio para el término de la temporada, trató de buscar una solución. El médico le dijo que la única solución era amputar. Al día siguiente, Carlos José Catilho ‘Leiteria’, acudió a la consulta para amputarse el dedo meñique izquierdo y poder jugar, aunque solo fuera con nueve dedos. La temporada siguiente, detuvo 6 penaltis, siguió como titular indiscutible y se convirtió en leyenda. Fallecía un 2 de febrero de 1987 a los 59 años suicidándose a causa de una depresión.

Esta historia, quizás no muy conocida en Europa, es un claro ejemplo de superación. Castilho tenía un sueño, y trató por todos los medios de cumplirlo. Su retirada hizo que naciera un mito, y fue por eso que en el año 2007 el equipo de su vida le dedicase un busto en la entrada de su sede social a modo de agradecimiento por todo lo que consiguió.

ç


Miguel Ángel García

El Iniestazo en Twitter

No hay comentarios:

Publicar un comentario