lunes, 1 de agosto de 2011

La Copa América de los actores secundarios

Una de las atracciones futbolísticas del verano ha sido la Copa América disputada en Argentina. Estaba llamada a ser la consagración de Messi con su selección, o bien la progresión de Neymar, que parecía no tener fin antes del torneo. Pero lo que de verdad significó la Copa América fue una nueva exhibición de fe de Uruguay, flamante campeón, así como la aparición de un nuevo orden futbolístico en América. Durante el campeonato han acontecido varias sorpresas, las cuales han tenido como protagonistas -negativamente hablando- a las dos selecciones por excelencia del continente americano: Brasil y Argentina.


Tras una discreta fase de grupos, Uruguay fue la encargada de eliminar a la albiceleste en cuartos de final. A partir de aquí el camino se allanó, y las victorias fueron más sencillas en semifinales contra Perú (2-0), y en la final contra Paraguay (3-0). Se esperaba que el líder de la selección charrúa fuera Forlán, y que este estuviera complementado por Luis Suárez. Pero los roles de los delanteros se intercambiaron: mientras que el jugador del Atlético de Madrid asumió un papel más sacrificado, el red fue el auténtico líder de la selección entrenada por Óscar Tabárez.

En cuanto al otro finalista, Paraguay, se plantó en el gran partido sin haber ganado un solo encuentro. Los penaltis fueron sus mejores aliados en la fase final, y lo que no tenían de técnica lo pusieron de casta. Una vez finalizado el torneo, los paraguayos pueden presumir de no haber perdido ninguno de los dos partidos que disputó contra Brasil, una de las decepciones de esta Copa América.

Aunque, siendo francos, ni Argentina ni Brasil merecieron ser eliminados en cuartos de final. Factores como la suerte o la mala puntería jugaron un papel importante. Sin embargo, la poca convicción con la que las dos selecciones disputaron la fase de grupos vaticinaba una catástrofe semejante. Tan solo en el último partido de la primera fase del torneo Brasil y Argentina mostraron su mejor cara en una Copa América en la que Messi se ha ido sin marcar. No se puede decir lo mismo de Neymar, aunque es cierto que se esperaba más de él.

Las tempraneras eliminaciones de Argentina y Brasil no son casualidad, ya que hay que recordar que ninguno de los dos equipos alcanzó las semifinales del pasado Mundial, y tampoco lo han conseguido hacer en el torneo de su continente. El tercer y cuarto puesto lo completaron Perú y Venezuela, confirmando la aparición de un nuevo orden en América. No solo ha sido sorprendente su puesto final, sino también la buena sensación que han dejado los dos equipos. Los entrenadores de Venezuela -César Farías- y de Perú -Sergio Markarián- han sabido dar entrada a futbolistas jóvenes, que han jugado el rol de complemento dentro de un conjunto de edad alta. Los propios conjuntos se han creído esta progresión, y por esto no es de extrañar que superaran los cuartos de final ante selecciones teóricamente superiores a Venezuela y Perú, como Chile y Colombia respectivamente.

Por lo tanto, en conclusión, queda claro que ha sido una Copa América plagada de sorpresas y en la cual los actores secundarios han acabado siendo los protagonistas, tanto a nivel de jugadores como a nivel de equipos. En los próximos años se verá si esta aparición estelar de combinados nacionales de menor calidad es flor de un día, o es la progresión de un nuevo orden futbolístico americano, y, por qué no, mundial.


Sergio Vázquez Jodar

El Iniestazo en Twitter

No hay comentarios:

Publicar un comentario