Corría el 17 de junio de 2001, se enfrentaban en la última jornada de liga Barça y Valencia en el Camp Nou, ambos equipos se jugaban el pase a la previa de la Champions League. El Valencia aventajaba a su rival en 3 puntos en la clasificación, el empate o la victoria le servían para estar el siguiente año en la máxima competición europea, una última jornada que lo decidía todo.
El Valencia muy bien plantado en defensa y con mucho juego combinativo parecía tener algo más de control en el juego. El Barcelona por su parte buscaba contraataques mediante Rivaldo y sus dos extremos Overmars y Simao. En el cuarto minuto de juego se produjo una falta lejana a la portería de Cañizares, era un tiro complicado pero eso no impidió a Rivaldo realizarlo de manera precisa, un tiro con un efecto envenenado que pegó en el palo y se introdujo en el fondo de la portería, era el 1-0 y el Barcelona acariciaba su puesto de Champions.Pese al gol el equipo de Cúper no perdió la compostura y tras varias ocasiones fue Rubén Baraja quien remató desde el punto de penalti a la salida de un córner para establecer el empate a uno en el marcador. Quedaba todavía mucho partido, el Valencia parecía ser más dinámico por su banda izquierda con las llegadas de Fabio Aurelio y los intercambios de posición entre Kily González y Pablito Aimar, por su parte, el Barcelona salía muy rápido mediante Rivaldo que sin duda era el jugador que producía más peligro en el arco contrario.
Parecía ser la noche de Rivaldo, dos goles anotados en 45 minutos y todavía 45 más por disputar, lo mejor estaba por llegar. Aún yendo por detrás en el marcador el Valencia no tiraría la toalla y en la reanudación del partido quedaría claro. En el segundo minuto de la segunda parte un centro de Fabio Aurelio desde la izquierda encontraría de nuevo a Baraja como rematador cerca de la frontal del área, de nuevo el empate en el marcador, un empate que parecía dejar tocado al equipo blaugrana, el duelo seguía emocionante y volvía estar a favor del Valencia.
Antes del gol, Rexach dio entrada a Xavi que substituyó a Simao, este cambio pretendía dar más posesión a los azulgranas, pero el equipo Che desgastaba al rival mediante pases rápidos y cortos. Por otra parte Cúper decidió dar más movilidad arriba y dio entrada a Vicente que entró por Kily. La búsqueda del gol del triunfo se hacía complicada por ambos bandos, el equipo valencianista no atinaba arriba y los blaugrana tampoco parecían acertar de cara al gol.
Petit entró por Guardiola que se despedía del Barça tras muchos años como jugador en el club. Los cambios no parecían dar sus frutos y Rexach hizo un último intercambio de jugadores dando entrada a Zenden por Kluivert. Ni Overmars ni Carew encontraban el gol en sus oportunidades y todo hacía presagiar que el partido acabaría con este resultado.
Ya en la recta final del encuentro Cúper refrescó su delantera e impuso un defensa más para su equipo sacrificando un hombre de medio campo, claramente quería conservar el marcador y si podía salir a la contra para matar el partido. Pero el plan le salió mal al entrenador argentino, se acercaba el final del partido y el Barça estaba echado al ataque. Minuto 89, Frank de Boer conducía el balón en el medio campo, levantó la cabeza y puso el balón en la frontal del área donde se encontraba Rivaldo, éste realizó un control con el pecho, parecía haberse parado el tiempo cuando de pronto Rivaldo voló para enganchar una chilena que se colaría en el fondo de las mallas, aquella chilena pasó a la historia no sólo por su importancia en clasificación sino por su estética realización. Aquella chilena permitió al Barça jugar la Champions League el siguiente año y dejó al finalista de los últimos dos años en posiciones de UEFA. El Valencia parecía acabar un ciclo con Cúper y el Barça se esperanzaba de cara al siguiente año para afrontar de nuevo la máxima competición europea.
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