Ayer, el F.C. Barcelona, otra vez más, dio un ejemplo durante y al final del partido. Fue otra de las tantas culminaciones que ha ido consiguiendo este equipo de la mano de Guardiola. Este equipo, en estos tres años ha conseguido lo que no se había conseguido en décadas. Guardiola como entrenador ha conseguido con el de ayer, 10 títulos, 10 títulos en tres años. Cada año ha ganado más de un trofeo, ha ganado 10 de las 13 competiciones que ha disputado, una marca ejemplar, una marca que ya es leyenda y que lo será durante toda la historia del Barça.
El Barça, con su juego nos volvió a maravillar, nos volvió a dejar con la boca abierta, nos volvimos a emocionar y volvimos vibrar con este equipo y con este gran grupo humano.
Desde el minuto 10 hasta el 93 el Barça fue amo y señor del partido, del control del juego y de la situación, agarró el balón fiel a su estilo y lo dio todo, que este equipo lo de todo significa que es invencible, que nadie puede pararlo y que nadie se puede medir a él.
Fue otra exhibición más, fue otra obra de arte futbolística en el momento justo- una final de Champions- y en el lugar idóneo, en la catedral del futbol mundial y en el país decano de este deporte.
El Manchester aguantó sólo 10 minutos, salió despavorido, con ganas e intentando aprovechar y sorprender en los minutos iniciales para adelantarse en el marcador. Salió cómo cualquier típico equipo inglés, fiel a su estilo, directo y con corazón. Ferguson fue valiente y decidió poner encima del campo a esos jugadores con los que había superado todas las eliminatorias de Champions, con los que había disputado los últimos partidos de liga y con los que le habían dado juego y títulos al club durante la temporada. Fiel a su estilo, Ferguson no planteó el partido de una manera distinta, fue leal e intentó competirlo de tú a tú y ganarlo. Un hecho que le honra.
Pero a partir del minuto diez el Barça fue imparable, cogió el balón y se hizo el dueño. El Manchester a partir de aquí no vio mas el balón excepto en el gol, corrió detrás de la pelota y no creo ninguna ocasión más. No tuvo opción. El Barça le hizo malo, le sacó con su juego todas sus debilidades y se produjo una avalancha blaugrana hasta el final del partido. El Manchester vio un poco la luz cuando empató, pero en la segunda parte no pudo contra su rival, el Barça no le dio ni ocasiones, ni juego, ni llegadas. El Barça dominó y el Manchester fue sumiso, jugó en función del juego del Barcelona.
Otra vez más el Barça nos alucinó, deleitó al futbol nacional y al futbol mundial con su juego y sobre todo con su estilo vistoso. Parece mentira pero fue otra vez, otra vez más de tantas de las que nos tienen acostumbrados. Es increíble la ambición y el afán de superación de este equipo, liderado y motivado por Guardiola, el gran artífice. No es cómo el resto de equipos que han conseguido títulos, que pierden la ambición y esa motivación por seguir superándose. Estos jugadores lo han ganado todo, a nivel de clubs y de selección, ayer demostraron que siguen teniendo ganas y seguro que seguirá teniendo más corazón y cabeza para continuar en esta línea inigualable, conquistando más títulos. El gran mérito es de los jugadores y sobre todo de Guardiola, un excelente motivador y psicólogo.
Otro detalle que me gustaría destacar es la gran humanidad de este grupo, el respeto por el rival y el saber ganar de este equipo. Pero sobre todo, lo que podemos ver de compañerismo y detalles que tienen entre ellos. Por ejemplo, Puyol llevando una camiseta de Miqui Roqué o el gran gesto de los capitanes poniéndole el brazalete a Abidal y dándole el privilegio de levantar la copa.
Esperemos que este equipo nos siga maravillando, a culés y a los no culés, a aficionados españoles y extranjeros, porque este equipo, seas de dónde seas da gusto ver.
Carlos Camacho Rabanete
@Carlins17El Iniestazo en Twitter
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