El Getafe debutó en Primera la temporada 2004-2005, de la mano de Quique Sánchez Flores. Todo un logro teniendo en cuenta que se trata de un club muy joven (8 de julio de 1983), pese a que se considera el sucesor del Club Getafe Deportivo (1945-1982). Estos datos ya nos hablan de la modestia de este club. Dos años después de su enésimo ascenso (2006-2007), el conjunto azulón se planta en semifinales de Copa del Rey frente al Barça de Ronaldinho. Un equipo, el blaugrana, que la temporada anterior había logrado la consecución de la Liga y de la Champions.
Ya en la ida el equipo madrileño puso en algún aprieto a los blaugrana, pero liderados por un jovencísimo Leo Messi, lograron un resultado muy favorable de 5-2. Ese partido será recordado por el gol que anotó el ya mencionado argentino que recuerda, y mucho, al de Maradona frente a Inglaterra en México ’86. Con este abultado resultado el Barça se veía ya en la final, pese a que en Getafe no dejaban de soñar con la remontada.
El partido de vuelta empezó con un Getafe dominante y un Barça a verlas venir y a especular con la ventaja de la ida. Las imprecisiones por parte de los blaugrana se sucedieron durante los 90 minutos, y ya en el primer cuarto de hora Güiza pudo plantarse frente a Jorquera merced a un grave error de Oleguer. Los minutos pasaban y pese al 0-0 del marcador, el Barça era una sombra de sí mismo. En ningún momento consiguieron la posesión de balón, y esta era la clave del equipo dirigido por Rijkaard. Ya en el minuto 35 el Getafe contaba con una posesión del 54%, y además, la mayoría en terreno blaugrana.
Como se suele decir, quien juega con fuego se acaba quemando, y eso le paso al conjunto culé. Corría el minuto 37 de la primera parte cuando Casquero, tras la salida de un córner, empalmó una volea picada que se colaba en la portería de Jorquera. El Getafe estaba a dos goles del pase a la final, y el Barça no parecía reaccionar. Cinco minutos después un centro del jugador azulón Contra no es capaz de despejarlo Zambrotta y Güiza convierte el 2 a 0. En el Coliseum Alfonso Pérez ya veían posible la remontada, un solo gol les separaba de su objetivo.
Tras la reanudación el Barça salió durante unos minutos mejor plantado. Recuperó la posesión de balón e incluso dispuso de alguna ocasión, aunque no demasiado clara. Pero con el paso de los minutos el equipo de Schuster fue dominando de nuevo el partido. Las ocasiones se sucedían, y Jorquera era el único que mantenía vivo al Barça en la eliminatoria. Los blaugrana solo contaban con los destellos de un joven Iniesta, el resto se marcaron uno de sus peores partidos. La catástrofe para el equipo culé se veía venir, y en el minuto 71 Vivar Dorado fue el encargado de reafirmarla. Tras una falta latera botada desde el perfil izquierdo, el jugador azulón remataba al fondo de las mallas. Las caras de decepción se sucedían en la plantilla blaugrana, y más aún cuando, sin tiempo de reacción, dos minutos después Güiza recibió una prolongación dentro del área y batió de nuevo a Jorquera. Era el 4-0 definitivo. El Getafe sería finalista de Copa frente al Sevilla.El equipo de Rijkaard quedo muy tocado tras esa derrota, y también perdió semanas más tarde la Liga. Por contra, el Getafe logró un pase histórico a una final de Copa, pese a que posteriormente perdió 1-0 en dicha final. Pero la alegría no quedó en el pase a la final, el equipo sevillista se clasificó para Champions y eso hizo que los azulones se clasificaran para la temporada siguiente para la copa de la UEFA.
Por el resultado, por el rival, por lo que significó, este partido siempre será recordado por muchos aficionados del futbol español, pero seguro que los que mejor recuerdo guardan son los madrileños, que ahora viven una situación mucho más complicada.
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David Santos Merino
El Iniestazo en Twitter
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