Álvaro Morata, 18 años. Se empieza a hablar de él como el futuro delantero del Real Madrid. Vivió un gran momento de forma la temporada pasada, que ha confirmado con el europeo sub-19. Le queda mucho por aprender. Thiago Alcántara, 20 años. Ya hace tiempo que está en boca de muchos. Lideró al Barça B, cuajó un gran europeo sub-21 y está sorprendiendo en esta pretemporada con el primer equipo blaugrana. Está dando muchos pasos que confirman su progresión. El último de ellos, la convocatoria con la absoluta para disputar el amistoso contra Italia. Leo Messi, 24 años. Sabemos de su existencia desde hace ya muchos años. Explotó, teniendo un papel más secundario en el Barça. Más adelante, confirmó su progresión siendo el auténtico líder de los culés. Hoy es el mejor jugador del mundo.
Estas son las tres etapas, con los tres respectivos perfiles, que debe pasar un jugador para triunfar: explosión, constancia y confirmación. Obviamente, no todos llegan a ser el mejor jugador del mundo, pero pueden presumir de jugar en el más alto nivel.
También hay otros muchísimos jugadores que llenan periódicos con 16-17 años, pero que, pasadas unas cuantas temporadas, sus nombres suenan a promesa rota. Entre las causas de este freno a una carrera futbolística pueden estar las lesiones, un estancamiento sin motivo, o simplemente que se haya vendido humo con ese jugador. Entre los tantísimos casos que hay, en El Iniestazo queremos analizar la evolución, o mejor dicho la involución, de dos jugadores que ya no reciben la calificación de jóvenes promesas.
Daniel Aquino, ahora con 21 años, fue durante muchas temporadas la joya de la corona del Real Murcia. El hijo del mítico delantero 'Toro' Aquino, debutó en Segunda División con tan solo 16 años de edad. Fue entrar y anotar gol.
Todo parecía de color de rosas para Aquino. Debutó en el club de sus amores, le llovían ofertas de clubes como Real Madrid, Manchester y Chelsa, y además ganó el europeo sub-16, y quedó subcampeón con la selección sub-17 en el Mundial que se celebró ese mismo año. Con este currículum en tan poco tiempo, el delantero decidió quedarse en el Murcia. Ya en la temporada 2006/2007, Aquino debutó de la mano de Lucas Alcaraz. Pero el Murcia no disputó una buena temporada, y el entrenador granadino fue cesado. Con Javier Clemente, Aquino fue un fue un fijo en el once del Murcia, pero su descenso primero a la Segunda División y el año siguiente a Segunda B, marcaron el futuro del 'Torito'. Daniel Aquino se estancó, no disfrutó de continuidad, y cuando tenía oportunidades no las aprovechaba.
En la pasada temporada jugó 23 partidos, anotando tan solo dos goles. El jugador era una sombra del que se hablaba hace años. Este bajón unido al ascenso del equipo murciano a Segunda propició hace unas semanas que Aquino quedase desvinculado del club que le vio crecer. Como jugador libre llegó el pasado mes de julio al Valladolid, donde afirmó: "No creo que me haya estancado, tengo mucho que aprender".
En el caso de Javier Acuña, el delantero paraguayo se ha visto muy mermado por las lesiones. La debilidad de sus ligamentos le ha crucificado en su crecimiento como futbolista.
Acuña llegó al fútbol español en 2004, concretamente al Cádiz, con el claro cartel de delantero prometedor. En el Campeonato Sudamericano sub-16 que se había celebrado el verano de su fichaje, el delantero guió a su selección a la victoria, consiguiendo además el trofeo de máximo goleador, por delante del Kun Agüero. Para esas fechas tenía 16 años. Ahora, con 23, poco se habla ya de ese jugador potente en ataque y que destacaba en el juego aéreo pese a su corta estatura.
Su progresión se vio frenada nada más llegar al fútbol español. Un imperativo legal de la FIFA sobre la transferencia de menores impidió que se le pudiese inscribir en el primer equipo al no cumplir la mayoría de edad. Por lo tanto, hasta la temporada 2006/2007 no debutó en el primer equipo de forma oficial. Para la siguiente temporada, el club gaditano decidió cederle al Salamanca. Pese a anotar un solo gol con los salmantinos, la directiva del Real Madrid se fijó en él y lo fichó por medio millón de euros. La cantera blanca le permitió seguir creciendo, hasta que las lesiones fueron las protagonistas de su carrera como delantero. En enero de 2010 llegó la primera lesión de gravedad, que le mantuvo fuera de los terrenos de juego durante medio año. Cuando superó la lesión, el Madrid decidió cederle una temporada al Recreativo de Huelva. Tan solo disputó doce partidos, debido a la poca confianza depositada en él y, de nuevo, a otra lesión, la cual arrastró durante más de dos meses.
La recuperación le sirvió al menos para encarar esta nueva temporada con ilusión. El pasado mes de julio se concretó una nueva cesión, esta vez al Girona, que le podía permitir volver a disputar minutos. Pero, tan solo una semana después de su fichaje por los catalanes, el delantero sufrió la enésima lesión de su carrera, que le mantendrá fuera de los terrenos de juego durante medio año.
Con estos dos casos se demuestra que no todo son alegrías en el mundo del fútbol. Algunas promesas se quedan en eso, en juguetes rotos. La cantidad de páginas que se vendieron con estos jugadores pudo influir y mucho en su rendimiento posterior. Sonaron demasiado -ambos con 16 años-. En cuanto a su presente y su futuro, es cierto que no han demostrado todo aquello que se podía adivinar en años anteriores, pero aún tienen tiempo para ser buenos jugadores, si es que las lesiones se lo permiten.
Sergio Vázquez Jodar
El Iniestazo en Twitter
No hay comentarios:
Publicar un comentario