sábado, 1 de octubre de 2011

'El Rey León' tiene que rugir

Si un equipo pintaba bien este año, ese era el Athletic de Bilbao. El histórico club español, abocado en la última década a coquetear con el descenso, había encontrado una meritoria estabilidad con Caparrós, quien clasificó al equipo en dos ocasiones para la Europa League. Las elecciones a la presidencia del equipo vasco, en las que Urrutia le cogió el testigo a García Macua, significaban un paso más allá de esta regularidad que había encontrado el técnico andaluz. El Athletic de Bilbao, un equipo que tradicionalmente ha sido conocido por su fuerza y su garra, podía ser ahora identificado como un conjunto al que le gustase jugar por el piso. Este cambio se empezó a adivinar gracias a la llegada de Bielsa, un enfermo del fútbol de toque, y de jugadores como Ander, que se unía a los Javi Martínez y Muniain.

Ese mismo equipo que tan buenas sensaciones parecía ofrecer, se ha convertido, hasta día de hoy, en la decepción del campeonato español. Dos empates y tres derrotas es un bagaje muy pobre para un equipo que no solo aspiraba a conseguir resultados -no están cumpliendo el primer objetivo-, sino que también iba a pretender jugar con vistosidad. Muchos son los debates ahora sobre la mesa: ¿No puede este Athletic jugar por el suelo?, ¿no es Bielsa el mejor hombre para el banquillo vasco? y la que interesa para este artículo, ¿qué le pasa a Fernando Llorente?

El killer vasco parece no estar en estas primeras cinco jornadas, en las cuales solo ha anotado un gol. Quizás más peligroso aún que la sequía que atraviesa al delantero es el difícil acoplamiento que está viviendo el bueno de Fernando. A todo el equipo le está costando, pero a él un poco más. De siempre se ha dicho que Llorente no era solo altura, que también tenía técnica con el balón en los pies. Ahora es cuando tiene que poner eso en práctica, y no lo está haciendo. Cada partido que pasa parece ser una agonía para Llorente, quien da la sensación de sentirse más a gusto con las tácticas de Caparrós.


Lo cierto es que el Athletic está viviendo un cambio positivo, pero también muy profundo, que lo nota desde la línea defensiva hasta la punta de ataque. Hasta ahora roza la normalidad que el equipo, y entre ellos Llorente, no se hayan habituado a Bielsa. El problema es que cuanto más partidos pasan sin ganar, mayor es la ansiedad. En particular, en el caso de Llorente, necesita que el equipo le eche una mano, pero el peligro es que el Athletic necesita que su Rey León vuelva a rugir. Veremos qué ocurre primero, y si ello ocasiona la remontada de este nuevo Athletic Club de Bilbao.




Sergio Vázquez Jodar

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1 comentario:

Anónimo dijo...

basura?

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